Una de la finalidades de este blog es revalorar el papel de la mujer de nuestra región ,en el pasado y en la actualidad,creemos importante este artículo públicado en la República,con ocación de incorporar el sitio arquelógico Ventarrón al circuito turístico de Lambayeque.
Ventarrón el peso de la mujer en el antiguo Perú
Poder dual. Históricamente el Perú ha sido una civilización machista. Ventarrón, una de las primeras civilizaciones asentadas en la costa norte, resulta una paradoja ante esta tendencia. Aquí la mujer compartió el poder con el hombre. Estos estudios son desmenuzados por Ignacio Alva.
Ventarrón fue probablemente una de las civilizaciones más antiguas del Perú y América. La antigüedad no es su única carta de presentación, sino una singular manera de detentar el poder con la participación de la mujer, una paradoja en un país signado históricamente por el machismo. Esta representaba la figura de la creación y compartía el poder con el hombre que encarnaba la fuerza. La dualidad masculina y femenina está reflejada en los vestigios rescatados de la huaca, ubicada a 10 kilómetros de Chiclayo. En el recinto de gobierno diseñaron dos formas geométricas: una circular que sería para la mujer y el cuadrado para el hombre.
El sitio pertenece a la etapa formativo inicial, aproximadamente 2500 años antes de Cristo, donde se edificaron los primeros templos con información cósmica. Estos peruanos antiguos desarrollaron la capacidad para leer estrellas, la forma de la constelación de Orión en el espacio coincide con la forma trapezoidal de la huaca edificada con barro y fibras. Era el centro religioso y de gobierno. Se sostiene que Ventarrón es contemporánea de Caral, una cultura desarrollada en lo que hoy es Lima. La diferencia con esta civilización son los íconos, y colores carentes en Caral, dice el arqueólogo Ignacio Alva Meneses.
Alva es uno de los estudiosos de este complejo desde el 2007. Se ha propuesto postularlo como Paisaje Cultural ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). No solo quiere convertirlo en un museo para captar turismo sino desarrollar industrias de origen ancestral, por el cultivo de especies nativas como lúcuma, cuyos orígenes se remontan a hace cuatro mil años, palta has y el algodón nativo.
LA HISTORIA
La huaca tiene una extensión de una hectárea. En ella había tumbas de 1800 años después de Cristo construidas por los pobladores de Collud, un asentamiento posterior a Ventarrón. Como no tenían definido un lugar para el cementerio comenzaron a utilizar la huaca como panteón.
También había tumbas Cupisnique con cerámica muy fina. Eran sepulcros de pobladores que no tenían posición importante, eso lo delata la carencia de piedras preciosas, detalla Alva Meneses.
Las tumbas fueron huaquedas por los pobladores del lugar. A inicios de la década del 90', un poblador de la zona le contó al arqueólogo Walter Alva de la existencia de ésta. El proyecto de investigación se postergó hasta el 2007.
Los vecinos la habían usado como cantera para hacer adobe, construir sus casas, y también para venderlos, según Ignacio Alva. Se estima que fabricaron hasta 9 mil adobes por semana. Eso confirma la escasa identificación con las raíces culturales.
PAISAJE CULTURAL
Luego de haber terminado la primera etapa del proyecto, en la segunda, el grupo dirigido por Alva Meneses pretende hacer el museo de sitio, con un diseño que parte de la forma original de la huaca.
Para la declaratoria de paisaje cultural se trabaja en un plan maestro desde el 2008. El plan comprende una serie de propuestas independientes que se centran en el desarrollo de la agricultura y la industria como actividades ancestrales, además de la actividad turística. Para completar este paisaje se ha previsto incluir al Cerro Reque y al sitio El Combo.
El equipo ha pensado desarrollar la agricultura orgánica de especies nativas (lúcuma, palta, algodón), y luego industrializarlas y comercializarlas con el valor agregado y además desarrollar talleres en torno a esta actividad.
"El concepto de paisaje cultural es la actividad del hombre modernizando el espacio a través del tiempo y mediante una actividad modeladora del espacio que en este caso sería la agricultura", explica el arqueólogo.
El plan maestro incluye la reforestación, introducción de especies nativas, erradicación de especies no nativas, recuperación de tecnologías, y el trabajo de campo con universidades extranjeras. Además del trabajo con instituciones públicas y privadas.
“Lo importante es despertar la idea de lo que fue antes, de lo que fue la industria (convertir yuca y papa en harinas) eso es recuperación de la tecnología”, destaca Alva Meneses como uno de los objetivos más importantes.
TURISMO
Actualmente el sitio recibe cinco mil turistas al año, se prevé duplicar esta cifra con la construcción del museo de sitio.
Ignacio Alva indica que dentro del plan de desarrollo del paisaje cultural se ha previsto la implementación del Turismo Rural Comunitario, como una forma de ofrecer más alternativas al visitante, hacer más duradera su estadía, y poder desarrollar la interactividad con el entorno natural.
Para ello es necesario que se implementen las vías de acceso que se encuentran deterioradas.
CLAVE
Ventarrón es la civilización más antigua del norte del país, según señala Ignacio Alva. Acá se encuentran los murales más antiguos de América.
Cerca al sitio se encuentran viviendas que tendrán que ser reubicadas pues se habrían construido sobre restos arqueológicos.
Además de Ventarrón se desarrollaron investigaciones en los sitios arqueológicos Collud y Zarpán, que serían los asentamientos de civilizaciones posteriores.
Proyecto paralizado
Actualmente el proyecto Ventarrón se encuentra paralizado pues tras el cierre de la primera fase, se espera que se apruebe el presupuesto para la segunda etapa que contempla la construcción del museo de sitio.
Según indica Ignacio Alva, el sitio arqueológico carece de protección especializada, pues mientras se inicia la otra etapa no hay nadie que se haga cargo del cuidado arqueológico del lugar
Otro de los problemas en el proyecto es la ausencia de una mirada especializada para determinar las necesidades y problemas del sitio arqueológico.
El arqueólogo señala que parte de estos problemas se originan por la falta de celeridad en las gestiones por parte de la Unidad Ejecutora Naylamp.Lizeth Terán Salvatierra.-